martes, 20 de septiembre de 2011
Réquiem
En el horizonte puedes ver la forma en que la guerra se pierde y puedes escuchar a los batallones regresar con paso lento y penoso como el de un viejo elefante que va a morir al rio. Pasan frente a las viejas casas que ahora parecen fósiles de cemento y lata que son inhabitables. Mientras Bad Religion toca sorrow como réquiem a una guerra que le pusieron punto final. Les hago un saludo y les mando mis respetos mientras busco a mi padre, mi hermano, el pollo, Carina; o algún carnal. Sólo veo pasar a Laura pero no me ve, porque camina de la mano de un derrotado. Por fin llega mi padre me abraza y me dice, con voz apagada y tenue que mañana es tarde y todo será igual.
miércoles, 20 de julio de 2011
Boteando
Dios le está dando duro
al bote de aluminio.
Seguramente hace días
que le anda poniendo
picado por el olor a vainilla
y ese gusto nunca cubierto.
Me doy cuenta al ver esas nubes
grises y espesas
que me hacen pensar
que esto va para largo
y que ni siquiera puedo esperar
a que el sol se asome,
porque seguramente
ese cabrón ya lo empeñó
por unos papeles.
Mejor no salgo.
En días como estos
todos nos desconocemos
y estamos nerviosos
esperando la chispa
que nos prenda y haga explotar
en forma de gritos
o putazos mal dados.
Si tan siquiera el aburrimiento me ahorcara
y cayera sin defensa
ante el sueño definitivo
tan largo como para que todo pase
darle tiempo a que Dios se aliviane
y desempeñe el sol
para que lo ponga en su lugar.
Despertar en ese momento
para salir de nuevo
al encuentro de los gatos sarnosos
que no se quedan en ningún lado
al bote de aluminio.
Seguramente hace días
que le anda poniendo
picado por el olor a vainilla
y ese gusto nunca cubierto.
Me doy cuenta al ver esas nubes
grises y espesas
que me hacen pensar
que esto va para largo
y que ni siquiera puedo esperar
a que el sol se asome,
porque seguramente
ese cabrón ya lo empeñó
por unos papeles.
Mejor no salgo.
En días como estos
todos nos desconocemos
y estamos nerviosos
esperando la chispa
que nos prenda y haga explotar
en forma de gritos
o putazos mal dados.
Si tan siquiera el aburrimiento me ahorcara
y cayera sin defensa
ante el sueño definitivo
tan largo como para que todo pase
darle tiempo a que Dios se aliviane
y desempeñe el sol
para que lo ponga en su lugar.
Despertar en ese momento
para salir de nuevo
al encuentro de los gatos sarnosos
que no se quedan en ningún lado
viernes, 21 de enero de 2011
El Bowl Infinito
Me cuesta respirar, pierdo los nervios, apuesto mi vida por ti en este Bowl infinito que son tus recuerdos. En este darme en la madre, en este volver a caer. Cuentame como estas, hoy parece que vas sin disfraz, llámame sin rencor, no importa la hora, hace mucho que voy sin reloj. Si volviera a nacer te buscaría otra vez en este Bowl infinito y haría un noeslide en tu sexo, sin tiempo para respirar. Pero en vez de eso tengo la vida tendida en una cuerda, piso las horas del sol de la mañana, lágrimas secas de aquella madrugada, de nuevo me fumo tu aliento en papel dulce. Si no le importa a nadie, esta noche no amanece, son ya las 6:30, ¿dónde está la gente...?
martes, 21 de diciembre de 2010
Sir Lowry
Los hijos del alcohol han aportado tantas cosas y tan hermosas. Los hombres incendiados por el alcohol han sido tan necesarios para el mundo; ya sea como mal ejemplo o como tierra fértil donde se gestan las creaciones más desgarradas pero a la vez más hermosas. Son innumerables los ejemplos y obras que han sido concebidas en el punto de la desesperación etílica o festividad que el dios Baco les brinda a los mortales.
Pero ahora, nos ocuparemos de un personaje en particular, de un novelista, guionista televisivo y poeta inglés, de hecho, nos vamos a centrar en su poesía, que es una radiografía de un alma y cuerpo en el cual el alcohol corre, con fuerza, como gasolina en un motor. Su nombre Malcolm Lowry (Cheshire, 28 de julio de 1909 - 26 de junio de 1957), educado en la Leys School y en St. Catharine's College, Cambridge, para su graduación en 1931, sus dos amores, el alcohol y la literatura se habían unido para nunca separarse. Porque después de la escuela, como marino había recorrido muchas partes del mundo, pero había elegido a México para asentarse, exactamente Oaxaca. Porque Lowry tiene mucho de Oaxaca, como dijera el escritor mexicano Eusebio Ruvalcaba : “Oaxaca y él poseen las mismas cicatrices –sólo visibles para unos cuantos-: desolación, soledad, inclemencia”. Y basta ver la forma en que el mezcal lo hacía entrar en su más recóndita condición humana, cuando en su poema “Oración Para Borrachos” dice:
Dios da bebida a esos borrachos que se despiertan al amanecer
Farfullando sobre las rodillas de Belcebú, totalmente destrozado
Cuando una vez más espían a través de las ventanas
Acechando, el terrible puente cortado del día.
Estaba consiente de su condición, de saber que no podía existir sin el alcohol, ese líquido tan milagroso en él, que lo tomaba de la mano justo cuando tenía el lápiz y lo guiaba, ayudándolo a escribir cada verso como si fuera el último.
Farfullando sobre las rodillas de Belcebú, totalmente destrozado
Cuando una vez más espían a través de las ventanas
Acechando, el terrible puente cortado del día.
Estaba consiente de su condición, de saber que no podía existir sin el alcohol, ese líquido tan milagroso en él, que lo tomaba de la mano justo cuando tenía el lápiz y lo guiaba, ayudándolo a escribir cada verso como si fuera el último.
Y es que al leerlo, nos adentrarnos en los callejones llenos de suciedad, mujeres borrachas con las pantaletas en los tobillos y hombres completamente derrotados. Y es que cada poema es una ventana que nos permite asomarnos a ese mundo, donde toda la esperanza está contenida en un trago, donde no hay tiempo para pensar, o como él diría “Sin Tiempo de pararse a pensar”:
La única esperanza es el próximo trago.
Si te apetece puedes dar un paseo.
Sin tiempo de pararse a pensar,
La única esperanza es el próximo trago.
Inútil titubear en el límite,
Peor que inútil todo este hablar.
La única esperanza es el próximo trago.
Si te apetece, puedes dar un paseo.
Es inútil titubear en el límite, en esa línea en la cual a lo máximo que podemos aspirar es a un buen llegue de cualquier bebida. Un llegue que nos haga afrontar el día y sus desavenencias de la mejor forma posible. Por eso lo escribe 3 veces: “la próxima esperanza es el último trago”. Porque es real, sin ser trágicos, simplemente la esperanza de un hombre se puede traducir a eso, a un trago, a un vaso rebosante de ese elixir que los va a hacer dar un paso tras de otro.
A la esperanza, la misma que también permeaba sus poemas, esas ganas de imaginar un lugar mejor, de armar utopías donde no estemos con el dragón negro (el miedo, la tristeza y melancolía), a la falta de ese mismo dragón, le dedicaron unos versos en “sin el dragón nocturno”:
Ideas de libertad están atadas a la bebida.
Nuestro ideal de vida contiene una taberna
Donde un hombre puede sentarse y hablar o sólo pensar,
Sin ningún miedo al dragón nocturno;
O bien otra taberna donde no aparecen Letreros de No se Fía ni de No hay crédito
Y, dejando aparte las ilimitadas cervezas,
Nos sentamos tranquilamente borrachos y locos a editar
Panfletos de un país realmente mejor donde un hombre
Puede beber un vino más delicado, ¡Ah!, no destilado
Que intoxica sutilmente sin dolor,
Tejiendo la visión de una taberna inasimilable
Donde siempre podemos beber sin pagar
Con la puerta abierta, y el viento soplando.
Plasmó el sueño de muchos de nosotros, de esos que lo único que le piden a la vida es tener un lugar donde beber, estar, pensar y quedarse viendo al vacío mientras el contenido en el vaso va bajando de nivel. Ver, por esa puerta siempre abierta, cómo el mundo corre sin nosotros. Dónde escondernos del Dragón Nocturno, que seguramente nos estará buscando a esas horas, listo para hincarnos el diente y dejarnos en los huesos.
Si te apetece puedes dar un paseo.
Sin tiempo de pararse a pensar,
La única esperanza es el próximo trago.
Inútil titubear en el límite,
Peor que inútil todo este hablar.
La única esperanza es el próximo trago.
Si te apetece, puedes dar un paseo.
Es inútil titubear en el límite, en esa línea en la cual a lo máximo que podemos aspirar es a un buen llegue de cualquier bebida. Un llegue que nos haga afrontar el día y sus desavenencias de la mejor forma posible. Por eso lo escribe 3 veces: “la próxima esperanza es el último trago”. Porque es real, sin ser trágicos, simplemente la esperanza de un hombre se puede traducir a eso, a un trago, a un vaso rebosante de ese elixir que los va a hacer dar un paso tras de otro.
A la esperanza, la misma que también permeaba sus poemas, esas ganas de imaginar un lugar mejor, de armar utopías donde no estemos con el dragón negro (el miedo, la tristeza y melancolía), a la falta de ese mismo dragón, le dedicaron unos versos en “sin el dragón nocturno”:
Ideas de libertad están atadas a la bebida.
Nuestro ideal de vida contiene una taberna
Donde un hombre puede sentarse y hablar o sólo pensar,
Sin ningún miedo al dragón nocturno;
O bien otra taberna donde no aparecen Letreros de No se Fía ni de No hay crédito
Y, dejando aparte las ilimitadas cervezas,
Nos sentamos tranquilamente borrachos y locos a editar
Panfletos de un país realmente mejor donde un hombre
Puede beber un vino más delicado, ¡Ah!, no destilado
Que intoxica sutilmente sin dolor,
Tejiendo la visión de una taberna inasimilable
Donde siempre podemos beber sin pagar
Con la puerta abierta, y el viento soplando.
Plasmó el sueño de muchos de nosotros, de esos que lo único que le piden a la vida es tener un lugar donde beber, estar, pensar y quedarse viendo al vacío mientras el contenido en el vaso va bajando de nivel. Ver, por esa puerta siempre abierta, cómo el mundo corre sin nosotros. Dónde escondernos del Dragón Nocturno, que seguramente nos estará buscando a esas horas, listo para hincarnos el diente y dejarnos en los huesos.
El único lugar que se le acerca a esa utopía es la cantina. Lugar sacro para muchos, lugar donde un montón de hombres se pueden reunir para beber y nada más. Hombres que seguramente han sido despreciados en sus casas, no les alcanza para la quincena o que nadie los espera. Hombres que pueden estar con el rostro deforme, con joroba y que en ese lugar son iguales, en esa barra encuentran el respeto que afuera se les es negado. Por eso, Lowry, amorosamente los describe en el poema “Los Borrachos”:
El ruido de la muerte aquí en este bar desolado,
Donde la tranquilidad se sienta encorvada sobre su oración
Y la música sirve de concha al sueño del amante,
Pero cuando ninguna moneda introduce esta dura desesperación
Hasta aquí, el más solitario de los hogares
Y de todos los destinos el más solitario además,
Cuando ninguna música eléctrica rompe el batir
De corazones doblemente rotos pero ahora reunidos
Por el cirujano de paz en la astilla del desastre,
Penetra más profundamente que lo hicieran las trompetas
El movimiento de la mente dentro de ese entramado
Donde los desórdenes son simples como la tumba
Y la araña de la vida se asienta, duerme.
Porque esos borrachos fueron los que le acompañaron en sus maratónicas borracheras en Oaxaca, cuando recién abandonado por su esposa, decidió quedarse en ese lugar que lo recibió con los brazos abiertos hasta su deportación en 1939.
Donde la tranquilidad se sienta encorvada sobre su oración
Y la música sirve de concha al sueño del amante,
Pero cuando ninguna moneda introduce esta dura desesperación
Hasta aquí, el más solitario de los hogares
Y de todos los destinos el más solitario además,
Cuando ninguna música eléctrica rompe el batir
De corazones doblemente rotos pero ahora reunidos
Por el cirujano de paz en la astilla del desastre,
Penetra más profundamente que lo hicieran las trompetas
El movimiento de la mente dentro de ese entramado
Donde los desórdenes son simples como la tumba
Y la araña de la vida se asienta, duerme.
Porque esos borrachos fueron los que le acompañaron en sus maratónicas borracheras en Oaxaca, cuando recién abandonado por su esposa, decidió quedarse en ese lugar que lo recibió con los brazos abiertos hasta su deportación en 1939.
Y es que hasta en la resaca, ante ese monstruo que todos tememos, aquel recordatorio de que somos mortales, Lowry era luminoso. Sí, Lowry lo enfrentaba con una hermosa resignación, como un trofeo por haber sobrevivido a la borrachera de anoche. Y es difícil lograrlo, porque el hombre crudo, mortalmente crudo, es el crítico más exigente del mundo, porque su tolerancia se reduce a cero, por eso, un verdadero poema, es aquel que toca el corazón del crudo, que lo cobija. Y eso Lowry lo logra, con su poema “Consuelo”:
No eres el primero que tiene el tembleque,
El vértigo, el horror; que lleva chanclos escarlata,
Ni tampoco la puta invencible
Perseguida por ojos como redes de pescar. Inclinándose,
Duele el rostro de hierro con ojos de ágata, y despierta
El ángel de la guarda, ve el pasado
Como un Partenón de posibilidades…
No eres el primero al que se coge en mentira
Ni del que se dice que está muriendo.
Morir, poco a poco dejar la vida entre las resacas, y es que no es lo mismo tener una cruda en Oaxaca que en una gran ciudad como Nueva York o Londres, que fue donde residió respectivamente después de su expulsión del país. En una ciudad grande, el dolor se multiplica y el sufrimiento permea las calles. Así lo ve un crudo, cuando sale a las arterias de esa bestia que es la ciudad, cuando entra a la realidad que en ese momento, con el organismo a punto del colapso le parece demasiado dura, llena de una brutalidad imposible de afrontar. Porque él, con su infierno propio, el que se desenvuelve en su mente y cuerpo, tiene que sobrellevar la locura que lo rodea. Lowry lo sentía y le hacía mal, tanto que llegó a pensar que no había poesía en ese lugar. Porque las ciudades han sido creadas para no tener clemencia ante nada ni nadie y menos hacía los crudos. Entonces, se ensaña con ellos, dejando caer todo el peso destructivo de su normalidad sobre sus espaldas, haciéndolos sentir solos, “Sin compañía excepto el miedo”:
Cómo empezó todo esto y por qué estoy aquí
En esta barra arqueada con la pintura marrón descascarillada,
Papegaai, mescal, hennessy, cerveza,
Dos viscosas escupideras, sin compañía excepto el miedo:
Miedo de la luz, de la primavera, del lamento
De aves y autobuses volando a sitios lejanos,
Y de los estudiantes yendo a las carreras,
De chicas brincando con el aire en sus rostros,
Pero sin compañía excepto el miedo,
Miedo de la fuente volando: y todas las flores
Que conocen el sol son mis enemigos,
¿Estas, muertas, horas?
Y paradójicamente, Lowry, ese ilustre borracho que no perseguía el éxito si no un buen lugar donde beber, éste lo alcanzó, como un depredador que última a su victima sin piedad. Porque en 1947, saca su novela Bajo el Volcán que inesperadamente lo lleva al éxito, lugar donde Lowry nunca se sintió como y siempre despreció, como bien lo escribió en “Tras la publicación de bajo el volcán”:
El vértigo, el horror; que lleva chanclos escarlata,
Ni tampoco la puta invencible
Perseguida por ojos como redes de pescar. Inclinándose,
Duele el rostro de hierro con ojos de ágata, y despierta
El ángel de la guarda, ve el pasado
Como un Partenón de posibilidades…
No eres el primero al que se coge en mentira
Ni del que se dice que está muriendo.
Morir, poco a poco dejar la vida entre las resacas, y es que no es lo mismo tener una cruda en Oaxaca que en una gran ciudad como Nueva York o Londres, que fue donde residió respectivamente después de su expulsión del país. En una ciudad grande, el dolor se multiplica y el sufrimiento permea las calles. Así lo ve un crudo, cuando sale a las arterias de esa bestia que es la ciudad, cuando entra a la realidad que en ese momento, con el organismo a punto del colapso le parece demasiado dura, llena de una brutalidad imposible de afrontar. Porque él, con su infierno propio, el que se desenvuelve en su mente y cuerpo, tiene que sobrellevar la locura que lo rodea. Lowry lo sentía y le hacía mal, tanto que llegó a pensar que no había poesía en ese lugar. Porque las ciudades han sido creadas para no tener clemencia ante nada ni nadie y menos hacía los crudos. Entonces, se ensaña con ellos, dejando caer todo el peso destructivo de su normalidad sobre sus espaldas, haciéndolos sentir solos, “Sin compañía excepto el miedo”:
Cómo empezó todo esto y por qué estoy aquí
En esta barra arqueada con la pintura marrón descascarillada,
Papegaai, mescal, hennessy, cerveza,
Dos viscosas escupideras, sin compañía excepto el miedo:
Miedo de la luz, de la primavera, del lamento
De aves y autobuses volando a sitios lejanos,
Y de los estudiantes yendo a las carreras,
De chicas brincando con el aire en sus rostros,
Pero sin compañía excepto el miedo,
Miedo de la fuente volando: y todas las flores
Que conocen el sol son mis enemigos,
¿Estas, muertas, horas?
Y paradójicamente, Lowry, ese ilustre borracho que no perseguía el éxito si no un buen lugar donde beber, éste lo alcanzó, como un depredador que última a su victima sin piedad. Porque en 1947, saca su novela Bajo el Volcán que inesperadamente lo lleva al éxito, lugar donde Lowry nunca se sintió como y siempre despreció, como bien lo escribió en “Tras la publicación de bajo el volcán”:
El éxito es como un terrible desastre
Peor que tu casa ardiendo, los ruidos del derribo
Cuando las vigas caen cada vez más deprisa
Mientras tú sigues allí, testigo desesperado de tu condenación.
La fama como un borracho consume la casa del alma
Revelando que sólo has trabajado para eso-
¡Ah!, si yo no hubiese sufrido su traidor beso
Y hubiese permanecido en la oscuridad para siempre, hundido y fracasado.
Y es que el alma para Lowry era un estorbo, un mal peor que la más brutal de sus crudas. El éxito, como bien dice, es un desastre, porque siempre crea expectativas. Y no hay nada más desgraciado para un hombre que crear expectativas. Porque siempre, hombres como Lowry, humildes de alma, preferirán beber en la última mesa de la cantina, formarse al final de la línea más larga, permanecer siempre en la sombra del fracaso como un aura que lo protege como un vientre materno que lo alimenta. Es en ese lugar donde Lowry floreció.
Peor que tu casa ardiendo, los ruidos del derribo
Cuando las vigas caen cada vez más deprisa
Mientras tú sigues allí, testigo desesperado de tu condenación.
La fama como un borracho consume la casa del alma
Revelando que sólo has trabajado para eso-
¡Ah!, si yo no hubiese sufrido su traidor beso
Y hubiese permanecido en la oscuridad para siempre, hundido y fracasado.
Y es que el alma para Lowry era un estorbo, un mal peor que la más brutal de sus crudas. El éxito, como bien dice, es un desastre, porque siempre crea expectativas. Y no hay nada más desgraciado para un hombre que crear expectativas. Porque siempre, hombres como Lowry, humildes de alma, preferirán beber en la última mesa de la cantina, formarse al final de la línea más larga, permanecer siempre en la sombra del fracaso como un aura que lo protege como un vientre materno que lo alimenta. Es en ese lugar donde Lowry floreció.
Esos versos no son para cualquiera. Esas imágenes no cualquiera las registra. Sólo los que se han encerrados en si mismos pueden tener un pequeño atisbo de ese caos que es la condición humana. De ese lugar que Lowry nos enseñó con su poesía (y prosa en Bajo el volcán), que son la radiografía de un hombre que estuvo en continuó intercambio con el alcohol, en el cuál encontraba castigo pero también un refugio. Encontraba dolor pero también placer, pero sobre todo encontraba sabiduría.
La misma sabiduría que nos da en cada poema, en cada verso que se sucede frente a nuestros ojos. Porque eso es Lowry, es esa comodidad en la derrota, es el enseñarnos a perder y a disfrutar un trago a las 8 de la mañana cuando todos están trabajando. Lowry(o más bien dicho), su poesía, es la caricia que necesitamos, cuando nos damos cuenta que nos hemos equivocado en todo. Porque sus versos, sus líneas que se entretejen tan armoniosamente, nos dicen más de lo que está escrito, nos transporta a ese lugar donde solamente hay derrota, donde nos podemos quedar dormidos sin el miedo a nada o como dijera Eusebio Ruvalcaba, embajador del mezcal : cuando se cierran los ojos a la mitad de la borrachera, Malcolm Lowry se aproxima y deposita un beso en nuestros parpados. Yo añadiría: Y nos abraza como un padre a su hijo.
En conclusión, adentrarse en la poesía de Lowry es entrar a un barrio lleno de oscuridad y caos, miseria y tristeza. Un barrio que nos depara mucho sufrimiento y que seguramente detrás de cada puerta está la desesperanza cenando en los hogares. Pero también, si puedes soportar los embates que ese mundo te depara y llegas a ese lugar, a esa esquina donde los ilustres perdedores están parados, mamándose la vida a tragos, te puede dar por bien servido. Porque en ese lugar, ahí, en los ojos de esos hombres, está toda la sabiduría y conmiseración a la que podemos aspirar en este mundo.
lunes, 29 de noviembre de 2010
Noche,ciudad y halfs
A falta de material propio(cosa que es prescindible), pongo estas lineas que me encontré en esa mierda ociosa que es el facebook. Son lineas escritas por Guillermo Marmol, vocalista de la ya histórica banda Eterna Inocencia. No es un poema, no es una minificción; no es nada de eso, son simplemente lineas llenas de humildad, de cariño por dos pasiones, que sin querer se mezclan y riman para crear las siguientes lineas:
mi ciudad tiene esa particularidad
algo hizo que florecieran
desde muy temprano
las rampas y los halfs.
...ese ruido característico
similar al de una campanilla
que anunciaba el roto rulemán
no impidió que siguiera la session
como previa del concierto.
mi ciudad tiene esa particularidad
algo hizo que florecieran
desde muy temprano
las rampas y los halfs.
...ese ruido característico
similar al de una campanilla
que anunciaba el roto rulemán
no impidió que siguiera la session
como previa del concierto.
domingo, 24 de octubre de 2010
Ser puto dentro de la escena
Por Kyoto Now!
es contradictorio pensar que en el punk o hard core, que son dos estilos de vidas que reniegan de lo establecido, al final de cuentas, repitan las mismas conductas de una sociedad a la que se han negado a pertenecer. y es que hay que ser realistas, las dos son escenas homofóbicas que dejan pendiente el tema de la diversidad sexual, de la aceptación del otro ¿qué pasaría si en una tocada de punk o hard core dos chavos entran tomados de la mano? seguramente serán violentados, se burlaran de ellos, los miraran con desprecio o los harán sentir incomodos, tal como en el barrio y en la sociedad se acostumbra. pero, que acaso no hay que preguntarse ¿si vas a una tocada de hard core o de punk no es para escapar de lo impuesto por esa misma sociedad? es que parece que en esos temas la escena se ha quedado atrás, no ha sido incluyente y piensan que la música es para machines. pero en este punto habrá que preguntarnos ¿siempre ha sido así? ¿acaso nunca ha habido algo diferente en esos temas? pues bueno, para eso vamos a revisar un poco de historia, asomarnos a lo que ya pasó, para darnos cuenta que no siempre fue así y también localizar el momento donde cambió todo.
en los años 50s, un Punk en la jerga carcelaria era sinónimo de “carolo”, es decir, un jovencito que era utilizado por los presos heterosexuales como amante. era un término para insultar y degradar a la gente. cuando los jóvenes de los 70s asumieron el nombre, estaban consientes de su doble carga de ambigüedad y sinónimo de marginalidad. de hecho, el primer germen del punk era sexualmente ambiguo, con una libertad sexual que no se intelectualizaba (por ejemplo el jipismo), si no que era natural. la sexualidad libre se ejercía más de lo que se hablaba, no había un discurso ni una tendencia, simplemente se jugaba con el limite de los sexos, por eso podemos hablar de una patti Smith con la imagen masculinizada, un dee dee ramone escribiendo sobre sus experiencias como taxi boy o un Iggi Pop que salía a escena con un tutú de ballet y con el cuerpo bañado en brillantina. el cambio en ideología, estética y hasta de valores vino en los años 80s con el auge hardcore punk estadounidense. ese cambio relegó por completo la diferencia sexual en la escena, la estética cambió radicalmente: la imagen eran tipos con cabello corto con aire militar. también la base de ese movimiento se formó de gente con mucha furia y valores personales muy rígidos, tal vez influidos por la ola moralizadora de los 80s en el país gabacho. Fue en ese momento, que el costado más hedonista del punk fue suplantado por una línea disciplinaria de conducta.
ese fue el parte aguas, el momento donde el genero (tanto punk como hard core), suprimieron la diversidad para uniformar, para dar sentado que todos eran heterosexuales. el problema para las personas de diferentes preferencias dentro de la escena llegó cuando se sintieron excluidos, cuando la música que escuchaban no decían nada acerca de su realidad y no podían ser ellos mismos. porque ellos no querían estar dentro del medio homosexual vigente y comercializado (entrar a la música bailable, al consumismo de la cultura homosexual), porque ante todo se sentían punk o hard cores. en esa disyuntiva estaban a finales de los 80s, cuando por primera vez el cineasta bruce labruce usó el termino de homocore cuando comenzaba su carrera filmando cortos eróticos gays, en el cual los protagonistas eran siempre punks y skins. labruce siempre exhibía sus cortos en las tocadas de hard core de la época, no siempre con buena respuesta. pero en realidad los que se encargaron en convertir el homocore en un contramovimento fueron los fanzines del mismo labruce, lo que le dieron forma al homocore(también llamado queercore), así con el apoyo de los fanzines y de sus filmes, labruce forma fifth columm, la primera banda en autodefinirse punk gay. a la par de todo eso, se abre el primer local en chicago dedicado exclusivamente al homocore, llamado: “homocore chicago” en el cual por cada evento regalaban una camiseta con la leyenda: “Una vida escuchando música disco es un precio demasiado alto a pagar por nuestra identidad sexual” y donde inevitablemente se creo el primer sello discográfico especializado en el genero llamado Outpunk Records, donde se dieron a conocer bandas como la inglesa sister george, mukilteo fairies entre otras. paralelamente surgieron bandas lésbicas. Las más importantes en aquel primer momento fueron team dresch, liderada por donna dresch, creadora del sello chainsaw, uno de los más importantes de la escena, y las escandalosas tribe 8, mujeres que tocaban con el torso desnudo, ejecutando una castración ritual sobre el escenario con un pene de plástico y se reivindicaban sadomasoquistas. todo eso se llevaba acabo a la par de disputas y polémicas dentro de la escena que ya empieza hablar del termino homocore como una ramificación dentro del hard core, que si bien en el sonido no se puede diferenciar de otras bandas o de otras tendencias, lo que lo hace diferente son sus temáticas basados completamente en temas gays (historias de amor, de elección, discriminación), haciéndose un espacio dentro del movimiento. incluso hay bandas donde sus integrantes no tienen esas preferencias (Fun people por ejemplo), pero se autodefinen homocore porque están de acuerdo en la necesidad de afrontar al hardcore (llamado a veces machocore) convencional. hoy en día, el termino homocore está un poco sepultado, tal vez las bandas más famosas bandas que aún están en activo como Limp Wrist formada por martin( que asumió su sexualidad hace varios años atrás con la banda ya extinta los Crudos), y la más famosa pansy división, entre otras, han resistido, y las demás han dejado vestigio de esa lucha por hacerse de un lugar dentro de un espacio que supuestamente se los tendría que dar.
ahora lo importante es señalar que no es que se deba dar más importancia al homocore que a los demás géneros o que de ahora en adelante se dé un lugar privilegiado a los homosexuales en la escena, claro que no, simplemente se trata de recordar un poco sus luchas, lo que han aportado al estilo de vida y el trabajo que han tenido que llevar acabo para ser gays y punks al mismo tiempo. la forma en la que se han creado alternativas cuando sentían que no encajaban en ningún lado; cuando crearon su propia definición del hard core y le dieron el sentido que ellos querían, llevando el principio de d.i.y a su máxima expresión. al final de cuentas, después de todo esto, me quedó con una conclusión, y es que ojalá el homocore no existiera. Sí, que no hubiera necesidad de hacer divisiones por esos temas, que a la postre, resultan intrascendentes para calificar lo bueno o lo malo de una persona. sería ideal, pienso yo, que dentro del hardcore y punk se engloben la aceptación de todas las diferencias que hay que nutren un movimiento y que al final de cuentas es sólo una preferencia y nada más. Pero bueno, creo que es difícil o más bien casi imposible, más cuando estamos acostumbrados a temer lo diferente.
es contradictorio pensar que en el punk o hard core, que son dos estilos de vidas que reniegan de lo establecido, al final de cuentas, repitan las mismas conductas de una sociedad a la que se han negado a pertenecer. y es que hay que ser realistas, las dos son escenas homofóbicas que dejan pendiente el tema de la diversidad sexual, de la aceptación del otro ¿qué pasaría si en una tocada de punk o hard core dos chavos entran tomados de la mano? seguramente serán violentados, se burlaran de ellos, los miraran con desprecio o los harán sentir incomodos, tal como en el barrio y en la sociedad se acostumbra. pero, que acaso no hay que preguntarse ¿si vas a una tocada de hard core o de punk no es para escapar de lo impuesto por esa misma sociedad? es que parece que en esos temas la escena se ha quedado atrás, no ha sido incluyente y piensan que la música es para machines. pero en este punto habrá que preguntarnos ¿siempre ha sido así? ¿acaso nunca ha habido algo diferente en esos temas? pues bueno, para eso vamos a revisar un poco de historia, asomarnos a lo que ya pasó, para darnos cuenta que no siempre fue así y también localizar el momento donde cambió todo.
en los años 50s, un Punk en la jerga carcelaria era sinónimo de “carolo”, es decir, un jovencito que era utilizado por los presos heterosexuales como amante. era un término para insultar y degradar a la gente. cuando los jóvenes de los 70s asumieron el nombre, estaban consientes de su doble carga de ambigüedad y sinónimo de marginalidad. de hecho, el primer germen del punk era sexualmente ambiguo, con una libertad sexual que no se intelectualizaba (por ejemplo el jipismo), si no que era natural. la sexualidad libre se ejercía más de lo que se hablaba, no había un discurso ni una tendencia, simplemente se jugaba con el limite de los sexos, por eso podemos hablar de una patti Smith con la imagen masculinizada, un dee dee ramone escribiendo sobre sus experiencias como taxi boy o un Iggi Pop que salía a escena con un tutú de ballet y con el cuerpo bañado en brillantina. el cambio en ideología, estética y hasta de valores vino en los años 80s con el auge hardcore punk estadounidense. ese cambio relegó por completo la diferencia sexual en la escena, la estética cambió radicalmente: la imagen eran tipos con cabello corto con aire militar. también la base de ese movimiento se formó de gente con mucha furia y valores personales muy rígidos, tal vez influidos por la ola moralizadora de los 80s en el país gabacho. Fue en ese momento, que el costado más hedonista del punk fue suplantado por una línea disciplinaria de conducta.
ese fue el parte aguas, el momento donde el genero (tanto punk como hard core), suprimieron la diversidad para uniformar, para dar sentado que todos eran heterosexuales. el problema para las personas de diferentes preferencias dentro de la escena llegó cuando se sintieron excluidos, cuando la música que escuchaban no decían nada acerca de su realidad y no podían ser ellos mismos. porque ellos no querían estar dentro del medio homosexual vigente y comercializado (entrar a la música bailable, al consumismo de la cultura homosexual), porque ante todo se sentían punk o hard cores. en esa disyuntiva estaban a finales de los 80s, cuando por primera vez el cineasta bruce labruce usó el termino de homocore cuando comenzaba su carrera filmando cortos eróticos gays, en el cual los protagonistas eran siempre punks y skins. labruce siempre exhibía sus cortos en las tocadas de hard core de la época, no siempre con buena respuesta. pero en realidad los que se encargaron en convertir el homocore en un contramovimento fueron los fanzines del mismo labruce, lo que le dieron forma al homocore(también llamado queercore), así con el apoyo de los fanzines y de sus filmes, labruce forma fifth columm, la primera banda en autodefinirse punk gay. a la par de todo eso, se abre el primer local en chicago dedicado exclusivamente al homocore, llamado: “homocore chicago” en el cual por cada evento regalaban una camiseta con la leyenda: “Una vida escuchando música disco es un precio demasiado alto a pagar por nuestra identidad sexual” y donde inevitablemente se creo el primer sello discográfico especializado en el genero llamado Outpunk Records, donde se dieron a conocer bandas como la inglesa sister george, mukilteo fairies entre otras. paralelamente surgieron bandas lésbicas. Las más importantes en aquel primer momento fueron team dresch, liderada por donna dresch, creadora del sello chainsaw, uno de los más importantes de la escena, y las escandalosas tribe 8, mujeres que tocaban con el torso desnudo, ejecutando una castración ritual sobre el escenario con un pene de plástico y se reivindicaban sadomasoquistas. todo eso se llevaba acabo a la par de disputas y polémicas dentro de la escena que ya empieza hablar del termino homocore como una ramificación dentro del hard core, que si bien en el sonido no se puede diferenciar de otras bandas o de otras tendencias, lo que lo hace diferente son sus temáticas basados completamente en temas gays (historias de amor, de elección, discriminación), haciéndose un espacio dentro del movimiento. incluso hay bandas donde sus integrantes no tienen esas preferencias (Fun people por ejemplo), pero se autodefinen homocore porque están de acuerdo en la necesidad de afrontar al hardcore (llamado a veces machocore) convencional. hoy en día, el termino homocore está un poco sepultado, tal vez las bandas más famosas bandas que aún están en activo como Limp Wrist formada por martin( que asumió su sexualidad hace varios años atrás con la banda ya extinta los Crudos), y la más famosa pansy división, entre otras, han resistido, y las demás han dejado vestigio de esa lucha por hacerse de un lugar dentro de un espacio que supuestamente se los tendría que dar.
ahora lo importante es señalar que no es que se deba dar más importancia al homocore que a los demás géneros o que de ahora en adelante se dé un lugar privilegiado a los homosexuales en la escena, claro que no, simplemente se trata de recordar un poco sus luchas, lo que han aportado al estilo de vida y el trabajo que han tenido que llevar acabo para ser gays y punks al mismo tiempo. la forma en la que se han creado alternativas cuando sentían que no encajaban en ningún lado; cuando crearon su propia definición del hard core y le dieron el sentido que ellos querían, llevando el principio de d.i.y a su máxima expresión. al final de cuentas, después de todo esto, me quedó con una conclusión, y es que ojalá el homocore no existiera. Sí, que no hubiera necesidad de hacer divisiones por esos temas, que a la postre, resultan intrascendentes para calificar lo bueno o lo malo de una persona. sería ideal, pienso yo, que dentro del hardcore y punk se engloben la aceptación de todas las diferencias que hay que nutren un movimiento y que al final de cuentas es sólo una preferencia y nada más. Pero bueno, creo que es difícil o más bien casi imposible, más cuando estamos acostumbrados a temer lo diferente.
lunes, 20 de septiembre de 2010
EL sueño
El sueño
impecable y atroz
que nos demuele los huesos
y el ánimo,
a los que llenamos
el transporte cada día
como una manada de reces
que van directo al matadero.
Y es que puedes vernos,
parados o sentados
con los ojos rojos
y una expresión de clemencia
que no se quita ni porque sea viernes.
Puedes vernos completamente vencidos
apoyados en el cristal
imbuidos en nuestras pesadillas,
perdiéndonos de la belleza
de un juego de nubes
que pintan en combinación perfecta
de azul y gris el cielo,
en un atardecer
con un sol bañado en sangre
nos da la despedida.
De todo eso nos perdemos.
Me gustaría despertarlos
gritarles que no hay pedo,
que dejemos las cosas como están
y que nos pongamos a cascarear
o tal vez darnos un flay,
para contemplar todo lo que dejamos pasar
frente a nuestros ojos cerrados,
enfermos de sueño.
impecable y atroz
que nos demuele los huesos
y el ánimo,
a los que llenamos
el transporte cada día
como una manada de reces
que van directo al matadero.
Y es que puedes vernos,
parados o sentados
con los ojos rojos
y una expresión de clemencia
que no se quita ni porque sea viernes.
Puedes vernos completamente vencidos
apoyados en el cristal
imbuidos en nuestras pesadillas,
perdiéndonos de la belleza
de un juego de nubes
que pintan en combinación perfecta
de azul y gris el cielo,
en un atardecer
con un sol bañado en sangre
nos da la despedida.
De todo eso nos perdemos.
Me gustaría despertarlos
gritarles que no hay pedo,
que dejemos las cosas como están
y que nos pongamos a cascarear
o tal vez darnos un flay,
para contemplar todo lo que dejamos pasar
frente a nuestros ojos cerrados,
enfermos de sueño.
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