Cuando imagino
que afuera hay un sol
castroso que termine por enloquecerme.
O un frío que de la chingada se siente
con las bolsas del pantalón secas.
Y que en alguna calle
me espera el culero
que busca degollarme
o en cada esquina
veo mejores culos
que el tuyo.
Sólo me acurruco
y respiro profundo
porque sé que al menos
por hoy, no vale la pena salir de tu ombligo.
que afuera hay un sol
castroso que termine por enloquecerme.
O un frío que de la chingada se siente
con las bolsas del pantalón secas.
Y que en alguna calle
me espera el culero
que busca degollarme
o en cada esquina
veo mejores culos
que el tuyo.
Sólo me acurruco
y respiro profundo
porque sé que al menos
por hoy, no vale la pena salir de tu ombligo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario