El perro ladrando a la oscuridad
Desde alguna azotea
perdida en este enjambre de hogares
donde hay tantas personas, cerebros, penes,
vaginas; pero muy poco que rescatar.
Afuera,
la noche rápida para los niños de ojos tristes
y policías con armas sedientas de muerte.
Y junto a mí, tu vientre Que aboga por la vida.
miércoles, 14 de mayo de 2008
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