martes, 28 de julio de 2009

En rewind

Hay veces que me cuesta respirar
como si estuviera dentro
de un ataúd ya sellado y listo para el entierro.
Me cuesta quedarme en píe
dar los pasos necesarios
y se me antoja tumbarme
bajo la primera sombra
que encuentro por la calle.

Es que hay días
bueno más bien horas
o minutos
que en el correr de la vida
en el no darse cuenta de nada,
todos los errores pasados regresan
como un boomerang,
lleno de espinas
que se clava directo en los huevos.
Y entonces, la película se avienta
en rewind brutal:
y veo a la vieja que no me coji
al examen que no llegué
el penalti que eché a un lado
las palabras que nunca dije,
entonces le suplico al tiempo
con todo el dolor entre los dientes
que me deje regresar
a esos momentos
para hacerlo de otra forma
y tal vez lo que tenga frente a mí
cambie radicalmente.

Pero no,
siempre me doy cuenta
que no vale la pena.
Y me guardo esas suplicas
para forjarlas en un toque
jugar al olvidoseguir caminando y riéndome.