domingo, 10 de agosto de 2008

Nunca nada pasa

Todo está lejos
fuera de lugar
sin sentido
frente a tus ojos,
sin que puedas participar.

Y la voz de tu jefa.
Es como limón sobre una cortada.
Por eso cuando se voltea
le escupes a su sombra,
antes de montarte en la tabla
y saltar a la calle.
Deseando que al regresar,
seas quien la levante
y le quite la ropa vomitada.

Cruzas el barrio,
sorteando banquetas y borrachos dormidos en la calle.
Hasta que la luna aparece.
Y te sientas sobre la tabla a observarlapreguntándote:¿si es tarde para que te aborten?.

Descalabro

Me gustaría sacar esto
que se incrusta dentro del cráneo
y que huele mal
le sale pus
y duele cada vez más.

Lo que me roba la sonrisa
cuando estoy frente a una vagina
que babea por mí.
Porque ya no es suficiente
un pase,
para anestesiarme y llegar hasta mañana.

Quiero abrirme el cráneo
cortarlo a la mitad
y verter todo la mierda
hasta vaciarme. Y así, tranquilamente pudrirme.

domingo, 3 de agosto de 2008

Resquebrajarse en medio de unos chinos.

Puta, no sé como escribir esto para sentirme un poco menos culero. Porque así me siento, como un culero. Como un tipo que tiene en sus manos el control remoto de una bomba atómica y entonces su dedo ya estuviera a escasos milímetros del botón. Y aunque sabe que está haciendo lo correcto, en su cabeza aún hay una lucha, una encrucijada.



Porque es difícil tener esto entre mis manos. Lineas que seguramente a lilian le costaron sangre, entrañas, lágrimas internas vertidas por ese ser querido. Ese ser que fue el motor para que ella tomará lápiz, papel y con ojos cerrados se aventara al vacío. Por eso me sacude, porque no hay falsos sentimientos. Y me conmueve, casi(y digo este casi con mucho respeto), tanto como un toque que se muere en plena madrugada o cuando mi vieja me abre las piernas sin ninguna razón. Por eso cuando aquella noche, cuando me senté frente a aquel pedazo de papel y lo leí. Justo cuando mis ojos se posaban en el punto final. Supe que había recibido un chock eléctrico, y me hizo pensar en mi valedora lilian, en ella y la distancia. Luego vi a mi mujer, que escuchando los I-pod y sentada en el borde de la cama me observaba. Entonces doblé cuidadosamente la hoja y la guardé,fui hacía ella y aún embriagado por el poema, me arrodille. Así, frente a ella, como una especie de tributo a los flujos vaginales que me ha brindado, sin pedir que mi semen sea honesto.



El porque o las circunstancias por las que llegaron estas lineas a mis manos no importan, lo que importa es que ya no voy a poder ver a mi valedora igual, ya no voy a poder reírme con ella, platicar con ella. Ya no, porque ha caminado con sus píes sobre mi alma y ha dado un paseo en mi interior.



Ahora, no sé bien la reacción que le pueda ocasionar, cuando se entere de esta publicación, ya que es muy celosa de su escritura, inclusive más de lo que es con su cuerpo. Así que sólo cierro los ojos y publico está entrada. Porque nunca he sido envidioso y creo que estaría cometiendo un acto pusilánime al guardarme esto, que es carne viva de una mujer que no deja nada a los gusanos, vale salud y creo que tengo que limpiar estas lágrimas en los bellos púbicos de mi mujer:



Tomame...

tomame ahora que

soy libre,

q no tengo
ataduras,y q
tal ves
soy para ti,

escucho palabras
claras
mis palabras,
vertidas en abismos
cubiertos por niebla y sueños
Tomame estoy dispuesta a ser
tuya, esta ves y
por siempre
exprime estas yagas humedas
y rodealas con tu
lengua,tomame entre tus manos
soy tan pequeña
Tomame ... vela mis sueños
estoy agotada,tomame por la noche
Tomame esta madrugada.

De uno

Cuando la noche nos recibe
con un madrazo en la cara
y el tiempo nos sacude
a cada minuto.

Me aferro a tu mano,
para cruzar calles que transpiran odio
buscando la bendición
de un diler,
que se compadezca y nos mande al cielo.

Pero a veces nada funciona.

Y nos rendimos
a los píes de un puente.
Sin hablar.
Mientras me desgrano por los ojos
y tú con una lata
recoges cada lágrima para fumártelas de un jale.

En cualquiera.

Si en una calle cualquiera
ves a un perro herido de muerte
o a un tipo
tirado en una esquina
luchando por alcanzar
sus últimos deseos de vivir

ojalá y en ese momento
te acuerdes de este tipo.

Y si ese recuerdo se te clava
como una astilla que te jode el cráneo
y necesitas saber de mí

no llames a mi cantón
porque hace mucho que me corrieron,
y si preguntas a la banda
seguramente te dirán
que estoy gritando tu nombre
perdido en el laberinto de la soledad.