lunes, 23 de noviembre de 2009

Abuela Lupe

Te imagino caminar, descalza, con el frió en tus píes, mientras recorrías Patrimonio, en Puebla de los años treintas. Y es curioso que en éste momento, mientras escuchó una canción de Agustín Lara, vea tu imagen tan nítida en pasajes que no recuerdo donde haber escuchado, y escucho ese ritmo acompasado, ese ritmo-muy parecido al ritmo de “los maderos de San Juan”-de esas canciones que me cantabas en aquel departamento de la Moctezuma mientras me mecías en tus piernas. Pero, porque no regresamos un poco más, mientras camino por las calles de la obrera, las mismas calles que tu recorriste hace un buen de años atrás, cuando tu tierra materna ya no te daba para más. Entonces regresamos a ese lugar, cuando los primero hijos te nacieron, y trabajabas en una fonda, cerca del campo de béisbol, donde los Pericos del Puebla iban a comer, en aquella fabrica donde también dejaste la vida, la salud y todas tus ganas. Porque mientras los niños iban saliendo de tu vientre, tu ibas trabajando y trabajando. Fabrica, fonda, comida, todo por comida y por ella la tuberculosis te atacó, robándote medio pulmón y un pedazo de costilla. Y así seguiste-como de por si-, siguen las cosas en esta vida, entre las madrizas del marido(en turno), el cuidado de los hijos(eran 6)-he hija, porque mi madre nació de ahí también-, aguantando el devenir de los años con el escapulario entre las manos, apretándolo con todas las ganas, rezando por rezar o tal vez porque no había de otra. Porque así fueron, un trabajo tras otro, mientras la ciudad de apoco te iba expulsando, mientras el cuerpo te iba pasando factura de la madriza que le estabas parando. Unas madrizas por esos hijos, que queriéndolo o no ahí están, chambeando algunos y otros muriéndose de hambre-y que esa mañana de domingo- sin un solo reproche estuvieron. Y es que como siempre, las oportunidades se agotan y entonces, te viniste con mi madre acá, al Df, con tus hermanas a vivir, con ese dolor que cuando sientes que has pertenecido a alguna tierra te duele dejarla, como si fuera una deuda imposible de pagar. Al menos eso pienso ahora, que me acuerdo cuando nos cuidabas-a mi hermana, hermano y a mí- y lo hacías cuando parecía que no entendías nada, porque siempre en tus ojos había un dejo de nostalgia por aquello que ya viviste, por lo que dejaste pasar en el devenir de un tiempo que no espera a nadie. Y ahora que estoy en la esquina, donde dicen que viviste algún tiempo antes de que mi padre conociera a tu hija y la historia se desenvolviera como lo hizo, me acuerdo de tu caminar, jorobado y lento, mientras me llevabas al mercado de la moctezuma de la mano o al parque, también me acuerdo de ese caminar cuando estaba morrito y me la pasaba jugando fútbol y salías con toda calma para decirme que la comida estaba lista y también me acuerdo de ese caminar-más esa vez puta madre-, cuando bien grifo entraba a la casa y te paseabas frente a mí, con un plato de arroz recién calentado. Y en ese momento, cuando el dolor parecía avasallarte, me contabas de aquel pueblo que viviste, cuando arrancabas la fruta o cuando Luis Alcaraz estaba de moda e inclusive nos contabas de tus hijos, los que extrañabas cada vez más, cuando decías que ya querías regresar a Puebla para morir ahí-seguramente sabías algo que nadie más-, y lo repetías una y otra vez, hasta que caíste enferma, una embolia entró, asesinándote la mitad de tu cuerpo, confinándote a una silla de ruedas. Y entonces por primera vez, aquella doña Lupe, Lupita, mí abuelita, la que nunca parecía descansar, ahora no se podía mover para casi ni madres, ni para cagar, ni para comer ni para vomitar. Y me acuerdo de esas mañanas, cuando bajaba y te veía en esa silla de ruedas, a veces con una mirada llena de nostalgia-más cuando encontramos aquellas fotos, donde estabas con todas tus hermanas, las que ya se fueron- y la mayoría de las veces con esa forma de ver el mundo, ver para todos lados con una suplica implícita de terminar con eso, porque hasta para salir de la vida tuviste que sufrir, casi tanto como al transitar por ella. Yo neta que suplicaba contigo, para que ya acabara esto para ti. Hasta que por fin, nos escucharon abuelita, por fin. Y te fuiste una mañana de domingo, mientras los huesos me dolían por la cruda. No recuerdo mucho de esa mañana, más que cuando te vi tendida en la cama y por una extraña razón ya los huesos no me dolían, como seguramente a ti ya no te dolía nada.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Entrevista-Jessy Bulbo en el faro

“y cuando las vi dije: ahhh las chavas tocan, y tocan mal...
y esta padre ya ahí me decidí”

Por: Patricia Herrera y Francisco Castañeda.
Vemos a Jessy salir del baño, con esa chamarra roja mezclada con ombliguera, cargando a un perro lastimado, como si fuera un niño con hambre. Es cuando empiezo a dudar que sea ella, la misma que tocaba el bajo con las ultrasónicas, la banda femenina de garage que tomó por asalto el under defeño hace ya algunos ayeres, con aquellos dos discos en donde decían con orgullo: Yo fui adolescente terrosatanica(2000) y el otro que parecía titulo de una película de ficheras de Alfonso Sayas, al que bautizaron entre gritos y gemidos como: Ho si más más !!!(2002). O la misma que en algún momento se vestía de enfermera y en plena tocada se iba despojando del uniforme hasta quedar en lencería. Todavía dudando si es la misma Jessy, la oriunda de Veracruz, la que hace un buen mandó a volar(o mandaron, da igual), a las Ultras y está promocionando su segundo disco ya en solitaria(ni tanto), el recién salido Taras Bulba(2009), sucesor del rabioso y desmadrozon Saga mama(2007), el disco en el cual sonó con la rola que se llamaba “maldito” y que ahora venía gritar en el oriente y justamente en el noveno aniversario del faro.

Poco a poco, mi compañera Paty y yo nos vamos acercando. Al saludarla, baja el perro y nos recibe con una gigantesca sonrisa, la saludamos, y creemos ya qué es el momento exacto para comenzar con los cuestionamientos(o tal vez interrogatorio), porque en unos momentos más le toca subir al escenario, a saciar a los morros sedientos de tetas y a las morras sedientas de furia, así que ni más ni más comenzamos:


¿UNA MUJER EN ESTE GÉNERO MUSICAL?

Francisco: Hay una idea general de que las chavas no tienen un papel activo en el rock, que eso como que se le deja mas al mundo masculino… ¿como rompes con esto y decides liderear una banda conformada por hombres?

Jessy Bulbo: ehhhh! Pues fue como en los noventas; en el 95 o algo así.
Tuve un novio que le gustaba mucho el garage y me presentó una banda garagera gringa que se llama The Pandoras y cuando las vi dije: ha las chavas tocan y tocan mal; esta padre y pues me latio y ya ahí me decidí.

F: ¿Alguna vez llegaste a pensar en la idea de que las mujeres son grupis, o te llegó a convencer?

JB: ehhhh!, Yo soy muy fan, y soy muy buen publico, pero nunca pensé ser grupi; pero pues lo fui sin querer… Fui novia de un bajista cuando yo todavía no tocaba, y después he sido grupi de todos mis novios músicos, entonces… ¡si! No me molesta.

F: Desde el primer disco y todo eso, yo noto una influencia del movimiento Riot Girrl; de bikini kill, L 7… ¿Han sido parte de tus influencias directas? ¿O sólo es la impresión?

JB: ehhhh!, si como no, yo fui muy fan de L7, de las Runaways, Patti Smith, y todas las punketas, me gustan mucho los grupos de chicas… La música hecha por chavas se me hace muy especial

¿Y LAS LETRAS?

Patricia: En si las letras de varias de tus canciones no son románticas como comúnmente lo haría una mujer en el rol musical (te necesito, te amo y cosas así)… ¿qué idea tienes tú con este nuevo tipo de letras; es la nueva generación que no idealiza al amor?

JB: Pues no me lo plantee específicamente como que no quería hacer canciones de amor más bien lo que sucedió es que salieron así:
Resulta que cuando me enojo estoy triste o así tengo muchas ideas. Pienso más, estoy como más elaborada y por eso me salieron canciones; muchas de desamor, y aparte pues no sé cuando empecé a hacer canciones.
No quería hacer como cualquier canción si hay algo que más o menos me interesa son las letras, porque la música, pues no soy muy buena ni sé mucho; yo estudie periodismo, y o sea; la letras si era algo en lo que me quería expresar, yo he notado que la gente que hace más clichés en sus canciones como que tienen más facilidad pa la música que para las letras, así que bueno.
¡Me expreso yo, lo que yo soy!

¿SACRIFICIOS Y APARIENCIAS?

P: ¿Haz tenido que sacrificar algo a lo largo de tu carrera para llegar a donde estas?

JB: Pues es relativo eso de sacrificar, o sea, sí he dejado ir cosas, por ejemplo tenia una relación de muchos años en Veracruz, y cuando las ultras regresamos, termine con mi chavo y me vine para acá, pero también pienso que esa relación no hubiera durado de todas maneras si no pasó esa prueba; así que los sacrificios son relativos, hay cosas que se van y de todos modos se van a ir.

F: Tocaste lo de las ultrasónicas… Fue un grupo que si partió ciertas cosas dentro del under. ¿Cómo ves el panorama para las mujeres en el rock, después de las ultras? ¿Ha cambiado algo? ¿Cómo cambio?

JB: Si, definitivamente creo que si cambiamos algo, antes de las ultras había chavas como Cecilia Tussaint o como Rita Guerrero por ejemplo que hacían cosas más elevadas a mi punto de vista, y aún la misma kenny que si es más desmadroza no había tocado como con libertad y tanta soltura temas sexuales, o así como con groserías y ese tipo de cosas, yo siento que a partir de las ultras, las chavas al menos las que yo me topo, si piensan en tocar y hacer sus canciones así más relajadas.

F: Desde las Ultras, como que eres la más desmadroza arriba del escenario y también como solista eres muy desmadroza… ¿Qué tan unida esta esa Jessy Bulbo de arriba con la de abajo?, ¿influencia una a al otra? ¿O te desases de los personajes así de una manera tajante?

JB: No; es muy raro, porque mi mamá dice que me transformo, pero yo no siento que me transforme, yo cuando voy de fiesta aviento mucho desmadre, pero no ando por la vida: AAAAAAHHHHGGGGG, y por ejemplo de la escuela que nunca me han visto tocar me dicen que estoy loca, eso es lo que han dicho desde niña, “hay estas bien loquita” ya me acostumbre, al principio me sacaba de onda, pero más bien así soy.

F: En México hay una modita del indi ¿tú que opinas de esa etiqueta?

JB: haaa mi me parece bien, las etiquetas son sólo etiquetas, no son buenas ni malas, habrá gente que las use para hacer negocio, habrá quienes las usen para hacer arte… pues para eso son, o sea todas las cosas que hay son para que las uses como a ti te parezca. Cuando yo era chava se llamaba como el rock alternativo, después le empezaron a decir el underground y ahora le dicen el indi, igual cambia de nombre pero es lo mismo.


P: ¿Todo fue así desde un principio? ¿Qué pasa cuando estas tocando tus rolas?

JB: Ya sabes cuando estas empezando y no tienes nada de reconocimiento pensaba: uta será que algún día alguien le guste esto que estoy haciendo?... pues me da mucha emoción y mucha simpatía y pues la verdad siento como: “hay bueno por lo menos no estaba loca”. La verdad es que es muy alentador y muy relajante.

¿Y por ultimo?

F: Algo que quieras agregar, quitar, una mentada de madre o algo.

JB: Estoy pensando que hacer con esta perrita que me acabo de encontrar que tiene la pata lastimada y tiene cara de buena gente.