lunes, 20 de septiembre de 2010

EL sueño

El sueño
impecable y atroz
que nos demuele los huesos
y el ánimo,
a los que llenamos
el transporte cada día
como una manada de reces
que van directo al matadero.
Y es que puedes vernos,
parados o sentados
con los ojos rojos
y una expresión de clemencia
que no se quita ni porque sea viernes.

Puedes vernos completamente vencidos
apoyados en el cristal
imbuidos en nuestras pesadillas,
perdiéndonos de la belleza
de un juego de nubes
que pintan en combinación perfecta
de azul y gris el cielo,
en un atardecer
con un sol bañado en sangre
nos da la despedida.

De todo eso nos perdemos.

Me gustaría despertarlos
gritarles que no hay pedo,
que dejemos las cosas como están
y que nos pongamos a cascarear
o tal vez darnos un flay,
para contemplar todo lo que dejamos pasar
frente a nuestros ojos cerrados,
enfermos de sueño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El poema es muy realista, me hace indentificar de inmediato con la situación que plantea, creo que todos en algún momento deseamos vivir en el eterno sopor...Bueno, claro, concreto, sencillo pero con mucha carga emotiva. Sale. Atte:Sofía