miércoles, 20 de julio de 2011

Boteando

Dios le está dando duro
al bote de aluminio.
Seguramente hace días
que le anda poniendo
picado por el olor a vainilla
y ese gusto nunca cubierto.
Me doy cuenta al ver esas nubes
grises y espesas
que me hacen pensar
que esto va para largo
y que ni siquiera puedo esperar
a que el sol se asome,
porque seguramente
ese cabrón ya lo empeñó
por unos papeles.

Mejor no salgo.
En días como estos
todos nos desconocemos
y estamos nerviosos
esperando la chispa
que nos prenda y haga explotar
en forma de gritos
o putazos mal dados.

Si tan siquiera el aburrimiento me ahorcara
y cayera sin defensa
ante el sueño definitivo
tan largo como para que todo pase
darle tiempo a que Dios se aliviane
y desempeñe el sol
para que lo ponga en su lugar.
Despertar en ese momento
para salir de nuevo
al encuentro de los gatos sarnosos
que no se quedan en ningún lado

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si se pinta a algún dios de esta manera, podría creer que existe y que pese a eso le interesa poco como estemos y se larga a empeñar el sol...me agradó bastante, está cabrón. Sophia Angre