martes, 20 de septiembre de 2011
Réquiem
En el horizonte puedes ver la forma en que la guerra se pierde y puedes escuchar a los batallones regresar con paso lento y penoso como el de un viejo elefante que va a morir al rio. Pasan frente a las viejas casas que ahora parecen fósiles de cemento y lata que son inhabitables. Mientras Bad Religion toca sorrow como réquiem a una guerra que le pusieron punto final. Les hago un saludo y les mando mis respetos mientras busco a mi padre, mi hermano, el pollo, Carina; o algún carnal. Sólo veo pasar a Laura pero no me ve, porque camina de la mano de un derrotado. Por fin llega mi padre me abraza y me dice, con voz apagada y tenue que mañana es tarde y todo será igual.
miércoles, 20 de julio de 2011
Boteando
Dios le está dando duro
al bote de aluminio.
Seguramente hace días
que le anda poniendo
picado por el olor a vainilla
y ese gusto nunca cubierto.
Me doy cuenta al ver esas nubes
grises y espesas
que me hacen pensar
que esto va para largo
y que ni siquiera puedo esperar
a que el sol se asome,
porque seguramente
ese cabrón ya lo empeñó
por unos papeles.
Mejor no salgo.
En días como estos
todos nos desconocemos
y estamos nerviosos
esperando la chispa
que nos prenda y haga explotar
en forma de gritos
o putazos mal dados.
Si tan siquiera el aburrimiento me ahorcara
y cayera sin defensa
ante el sueño definitivo
tan largo como para que todo pase
darle tiempo a que Dios se aliviane
y desempeñe el sol
para que lo ponga en su lugar.
Despertar en ese momento
para salir de nuevo
al encuentro de los gatos sarnosos
que no se quedan en ningún lado
al bote de aluminio.
Seguramente hace días
que le anda poniendo
picado por el olor a vainilla
y ese gusto nunca cubierto.
Me doy cuenta al ver esas nubes
grises y espesas
que me hacen pensar
que esto va para largo
y que ni siquiera puedo esperar
a que el sol se asome,
porque seguramente
ese cabrón ya lo empeñó
por unos papeles.
Mejor no salgo.
En días como estos
todos nos desconocemos
y estamos nerviosos
esperando la chispa
que nos prenda y haga explotar
en forma de gritos
o putazos mal dados.
Si tan siquiera el aburrimiento me ahorcara
y cayera sin defensa
ante el sueño definitivo
tan largo como para que todo pase
darle tiempo a que Dios se aliviane
y desempeñe el sol
para que lo ponga en su lugar.
Despertar en ese momento
para salir de nuevo
al encuentro de los gatos sarnosos
que no se quedan en ningún lado
viernes, 21 de enero de 2011
El Bowl Infinito

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