martes, 16 de diciembre de 2008

XXX

A Lilian
Te he visto en noches peores que ésta, en noches en que nada queda, más que la última gota de Dios que pasa por mis venas. Te he visto riendo, cuando a mí se me resquebraja la vida en cada paso que doy en medio de la noche. Pero hay veces que de mirar uno queda herido y sus propios deseos lo van sacando de este mundo. Y casi siempre, uno se queda con un vació que es llenado con impotencia. La impotencia de ya no encontrar palabras para convencerte, para decirte rotundamente lo que seguramente te han de ver dicho mejores persona y de mejores formas. Y no como un trino quebrado que suena patético a la mitad de la madrugada. Así que espero que un día de estos, logre convencerte de que estoy a tu lado hasta donde tope, aunque las puertas a nuestro alrededor se nos cierren y que tal vez, sólo tal vez, en algún momento, lugar o madrugada, perdida en esa letrina llena de mierda, llamada tiempo; podamos romper la luna a la mitad en un colchón y estaremos tan cerca, que tu mano en mi pecho será mi mano y tus ojos se cerraran con mi sueño. Así, solamente eso... es a lo que aspiro.

No hay comentarios: