sábado, 17 de octubre de 2009

De la nada

De la nada
algunas veces
me entran unas ganas bien cabronas de correr
a cualquier lugar,
escaparme de todos lados
sin despedidas.

Correr mientras los demás
duermen
mi vieja
se masturba
y el mundo
parece tener una fiesta
donde el chupe es gratis
y las viejas huelen a durazno.
Hasta cruzar la madrugada
enferma de calma
y sentir
como ese jugo amargo
brota por mis poros.

Acelerar
hacia el horizonte
dar el último jalón
para elevarme lo suficiente
y romper los vidrios
de éste cielo
despertando a ese dios
que emputado me agarre a pleno vuelo
y me haga cagada de un manotazo.

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